Del Obispo Paul Loverde

11 de Agosto de 2004

Queridos hermanas y hermanos en Cristo:

" Las palabras no bastan, pero a veces es lo único que tenemos, y debemos, por lo menos, comenzar con palabras". Mis primeras palabras esta noche van dirigidas a las víctimas y a sus familias. Los compadezco, profundamente, por el terrible dolor que han experimentado por causa del abuso sexual." Asi, con estas palabras, inicié mi homilía en la Misa de Oración por las Víctimas de Abuso Sexual el 30 de junio de 2004, en la Catedral de Santo Tomás Moro. Para mí, personalmente, es muy importante que todos aquellos que vean este portal de internet sepan cuan profundamente dolido estoy por lo que ha acontecido en nuestra Iglesia. Me duele, especialmente, que alguien en quien confiaban, les haya traicionado y causado dolor y angustia por sus actos. Pido disculpas por el dolor y el profundo daño que experimentaron por causa de ese alguien en quien confiaban. Quiero expresar mi pesar, especialmente a aquellos que han sufrido abusos por parte de sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, voluntarios y empleados laicos de la Iglesia. Tenían derecho a esperar mucho mas de nosotros, como Cuerpo de Cristo, y los hemos traicionado. Pido vuestro perdón.

Nuestro Santo Padre, el Papa Juan Pablo II, ha dicho: "No hay lugar en nuestra Iglesia para aquellos que abusan de los niños". Como vuestro obispo quiero que sepan que estoy comprometido a mantener un ambiente seguro para nuestros niños y poner en práctica la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes en la diócesis de Arlington. Es al mismo tiempo importante que atendamos a las víctimas y a sus familias. Para ayudar a las víctimas en su camino a la reconciliación y curación, he nombrado Coordinadora de Auxilio a las Víctimas en la Diócesis a Patricia Mudd, ACSW. Pat ha prestado servicios durante 31 años en Caridades Católicas de la Diócesis. Junto con su experiencia, ella aporta un verdadero compromiso con su labor de atender a las víctimas y a sus familias. Para comunicarse con la Coordinadora de Auxilio a las Víctimas hemos abierto una línea confidencial y privada en el teléfono 703-841-2530. Los aliento a que cualquiera víctima o sus familiares que quiera informar de abusos por parte de sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, voluntarios y empleados laicos de la Iglesia, llame a Pat al número indicado.

He pedido al personal de mi oficina que, durante los próximos meses, organice un calendario de Misas para Orar por las Víctimas de Abusos Sexuales a través de toda la Diócesis. Quisiera solicitar a cada uno de ustedes que se hagan un tiempo para asistir a una o más de estas Misas y orar por nuestras víctimas y sus familias. Como miembros del Cuerpo de Cristo, debemos responder con profunda compasión al daño y dolor que han sufrido nuestras víctimas. Les pido que se unan a mí en mi petición de perdón y en mi compromiso de oración diaria para su curación.

Quiero extender una invitación a nuestras víctimas y a sus familias para reunirse conmigo, si es que consideran que mi auxilio espiritual les servirá de ayuda. Quiero ofrecerles, también, la oportunidad de reunirse con nuestro Vicario Episcopal de Servicios Pastorales y Moderador de la Curia, el Padre Mark Mealy, OSFS, o con la Coordinadora de Auxilio a las Víctimas, Pat Mudd. Reitero nuestro amor y preocupación por ustedes.

Con mi ferviente oración por vuestro perdón,


Paul S. Loverde
Obispo de Arlington