Message from Most Reverend Michael F. Burbidge,
Bishop of the Diocese of Arlington,
on Respect Life Month 2019

October 1, 2019

 

During the month of October, we join with dioceses across the country to mark Respect Life Month. We take as our theme this year “Christ Our Hope in Every Season of Life.” Our focus on hope is greatly needed in a world suffering the harmful consequences of a “throwaway culture.”

May we take this month to renew our commitment to the sacredness of life at every stage; to creating a society where all human beings are welcomed; where abortion, euthanasia and suicide are unthinkable; and where the elderly, inmates, immigrants and those with disabilities are treated with dignity and respect.

Our efforts to uphold the dignity of life must be rooted in prayer, advocacy and witness. We pray daily and fervently, trusting in the power of God to make all things new.

In a special way, the Church continues to shine the healing light of mercy on all men and women who have lost children through abortion. Project Rachel offers free, confidential, and compassionate support to all who seek Christ’s healing.

Our parishes also stand as beacons of hope as through the Gabriel Project they accompany expectant families in challenging pregnancies. Life-affirming help for those seeking to make adoption plans for their unborn children is available through Catholic Charities.

May Mary, our mother, intercede for us as we turn to God seeking His grace to be courageous and faithful witnesses to the Gospel of Life.  

 


Mensaje de Monseñor Michael F. Burbidge,
Obispo de la Diócesis de Arlington,
con motivo del Mes del Respeto a la Vida, 2019

1 de octubre de 2019

 

Durante el mes de octubre, nos unimos a otras Diócesis de todo el país para observar el Mes del Respeto a la Vida. El tema que hemos escogido para este año es “Cristo, nuestra esperanza en cada época de la vida”. Es sumamente necesario enfocarnos en la esperanza en un mundo agobiado por las consecuencias perjudiciales de una “cultura de desecho”.

Tomemos este mes para renovar nuestro compromiso con la naturaleza sagrada de la vida en cada etapa y crear una sociedad que acoja a todos los seres humanos, en la cual el aborto provocado, la eutanasia y el suicidio sean inconcebibles y se trate con dignidad y respeto a las personas de edad, los presos, los inmigrantes y las personas con discapacidad.

Nuestro empeño por defender la dignidad de la vida debe estar arraigado en la oración, la defensa y el testimonio. Elevamos una fervorosa oración a diario, con  confianza en el poder que tiene Dios para renovar todas las cosas.

De una manera especial, la Iglesia sigue haciendo brillar la luz sanadora de la misericordia sobre todos los hombres y mujeres que han perdido a sus hijos por causa del aborto provocado. El Proyecto Raquel ofrece apoyo gratuito, confidencial y compasivo a todos los que buscan la sanación de Cristo.

Nuestras parroquias también se hacen presentes como faros de esperanza, puesto que, por intermedio del Proyecto  Gabriel, acompañan a las familias que esperan hijos cuando se presentan dificultades en el embarazo. Por medio de Caridades Católicas se dispensa ayuda afirmativa de la vida a quienes desean hacer planes de adopción de los niños que están por nacer.

Pedimos a la Santísima Virgen María, nuestra Madre, que interceda por nosotros cuando acudamos a Dios en busca de su gracia para convertirnos en testigos valerosos y fieles del Evangelio de la Vida.