Statement by Bishop Michael F. Burbidge on the 10th anniversary of Pope Francis' election to the papacy

( en español )

On this 10th anniversary of Pope Francis' election as our Holy Father and successor to St. Peter, we remember his openness to God's plan. Though he had other ideas for his future, God called him to shepherd our Church as Vicar of Christ and Pope Francis humbly answered this call.

Pope Francis often says that if we want to attract others to Jesus, we must share the joy of the Gospel with them. From his introduction as pope on the balcony in St. Peter's Square, our Holy Father has modeled that joy which leads us to share the love of the Gospel.

Throughout his pontificate, Pope Francis has defended the sacredness of human life and has spoken out against the evil of abortion and our 'throwaway culture.' “The life that we are called to promote and defend is not an abstract concept, but rather it is always manifested in a person in flesh and blood,” the Pope tells us. This is apparent in the child in the womb, the vulnerable and the elderly, each a sacred, unrepeatable child of God.

His encyclicals Lumen fidei and Fratelli tutti have celebrated our Christian faith. They remind us that we must share the light of Christ with all, especially the poor, the needy and those living on the margins; for all men and women throughout the world are our brothers and sisters. He also urges us to care for all of God's creation, including our common home, in his encyclical Laudato si.

I ask all the faithful of the Diocese to join me in praying for Pope Francis, especially on the 10th anniversary of his pontificate. May God bless him abundantly and may Mary, our Mother, keep him in her tender care.


Declaración de Monseñor Michael F. Burbidge con motivo del 10o aniversario de la elección al pontificado del Papa Francisco

En este 10o aniversario de la elección del Papa Francisco como nuestro Santo Padre y sucesor de San Pedro, recordamos su apertura al plan de Dios. Aunque él tenía otras ideas para su futuro, Dios lo llamó a ser el pastor de nuestra Iglesia como Vicario de Cristo y el Papa Francisco respondió humildemente a este llamado.

El Papa Francisco dice a menudo que, si queremos atraer a otras personas a Jesús, debemos compartir la alegría del Evangelio con ellas. Desde su presentación como Papa en el balcón en la Plaza de San Pedro, nuestro Santo Padre ha sido modelo de esa alegría que nos lleva a compartir el amor del Evangelio.

A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco ha defendido la sacralidad de la vida humana y se ha pronunciado contra el mal del aborto y nuestra “cultura de descarte”. “La vida que estamos llamados a promover y defender no es un concepto abstracto, sino que se manifiesta siempre en una persona de carne y hueso”, nos dice el Papa. Esto es aparente en un niño recién concebido, en los vulnerables y en las personas de edad, cada uno de los cuales es un hijo sagrado e irrepetible de Dios.

Sus encíclicas Lumen fidei y Fratelli tutti han celebrado nuestra fe cristiana. Nos recuerdan que debemos compartir la luz de Cristo con todos, particularmente con los pobres, los necesitados y los marginados, porque todos los hombres y mujeres del mundo son nuestros hermanos y hermanas. En su encíclica Laudato si también nos insta encarecidamente a cuidar de toda la creación de Dios, incluso de nuestra casa común.

Les pido a todos los fieles de la Diócesis que se unan a mí en oración por el Papa Francisco, particularmente en el 10o aniversario de su pontificado. Que Dios lo bendiga en abundancia y que María, Nuestra Madre, lo guarde bajo la ternura de su cuidado.