Letter from Bishop Michael F. Burbidge on
World Day Migrants and Refugees 2020
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September 27, 2020
Dear Brothers and Sisters in Christ,
Today we observe the 106th World Day of Migrants and Refugees, a day set aside by the Church more than a century ago to recognize the millions of people worldwide who every year are forcibly displaced from their homes by violent conflict, terrorism, persecution, natural disaster, or extreme poverty. Our Holy Father, Pope Francis chose as a theme for this year's observance "Forced like Jesus Christ to flee," as a reminder of how Jesus and the Holy Family were themselves refugees, forced to flee to the land of Egypt.
Pope Francis reminds us that we should listen to the stories of migrants and refugees, including those who now live in our communities. Many will never be able to return to their homes. Other come to us through the refugee resettlement program after an intense multi-year vetting process. The Holy Father reminds us that when we see the faces of migrants and refugees, we see the face of Christ who pleads with us to help (cf. Mt 25:31-46).
Please be assured of my prayers for you. Through the intercession of Mary our Mother and Saint Joseph, may Our Lord Jesus bless you and keep you in His care.
Sincerely in Christ,
Most Reverend Michael F. Burbidge
Bishop of Arlington
27 de septiembre de 2020
Estimados hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy observamos la 106a Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, un día reservado por la Iglesia hace más de un siglo para reconocer a los millones de personas alrededor del mundo que cada año enfrentan desplazamiento forzado de sus hogares por conflictos violentos, terrorismo, persecución, desastres naturales o extrema pobreza. El tema de la observancia del presente año escogido por nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, es "Como Jesucristo, obligados a huir", como recordatorio de que Jesús y la Sagrada Familia fueron refugiados, forzados a huir a la tierra de Egipto.
El Papa Francisco nos recuerda que debemos escuchar los relatos de los migrantes y refugiados, incluso de quienes ahora viven en nuestras comunidades. Muchos no podrán regresar nunca a sus hogares. Otros llegan a nostros por medio de los programas de reasentamiento de refugiados despues de un intenso proceso de evaluacion de varios anos. El Santo Padre nos recuerda que cuando vemos la cara de los migrantes y refugiados, vemos el rostro de Cristro que implora nuestra ayunda (San Mateo 25:31-46).
Cuenten con mis oraciones por ustedes. Por la intercesión de María, Nuestra Madre, y de San José, le ruego a Nuestro Señor Jesucristo que los bendiga y los cuide.
Fielmente en Cristo,
Monseñor Michael F. Burbidge
Obispo de la Diócesis de Arlington