Statement from Bishop Michael F. Burbidge on the 58th World Day of Prayer for Vocations

( en español )

April 25, 2021

On this Good Shepherd Sunday, we celebrate the 58th World Day of Prayer for Vocations following a year in which so many felt isolation and fear. Today, we pray in gratitude for those who have given their lives to the priesthood or the consecrated life, as well as for those God is calling to one of these vocations. Priests and consecrated religious dedicate themselves to bringing the life-changing message of the Gospel to all those they meet, including those who feel alone and fearful.

Pointing to St. Joseph as both a witness and a guide on our own vocational journeys, Pope Francis reminds us that we are never alone, for God communicates “not with dazzling visions but quietly speak[ing] in the depths of our heart, drawing near to us and speaking to us through our thoughts and feelings.” I encourage all the faithful: tune your “inner ear” to God's words addressed uniquely to you and respond with your “yes” to Him each day. As our Holy Father says, “Every 'yes' bears fruit because it becomes part of a larger design, of which we glimpse only details, but which the divine Artist knows and carries out, making of every life a masterpiece. In this regard, St. Joseph is an outstanding example of acceptance of God's plans.”  

Let us ask for the intercession of St. Joseph, the protector of vocations, as we pray especially for those who serve the Church as priests or consecrated religious, that all would continue to give of themselves to the promptings of God, now and always.

 

Declaración de Monseñor Michael F. Burbidge con motivo de la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

25 de abril de 2021

En este Domingo del Buen Pastor, celebramos la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones después de un año en que tantas personas estuvieron aisladas y sintieron miedo. Hoy, rezamos con gratitud por quienes han dedicado su vida al sacerdocio o a la vida consagrada y por aquellos a quienes Dios está llamando a seguir una de esas vocaciones. Los sacerdotes y los religiosos consagrados se dedican a llevar el mensaje del Evangelio que cambia la vida a todos los que salen a su encuentro, incluso a quienes están solos y tienen miedo.

Al señalar a San José como testigo y guía en nuestro propio peregrinaje vocacional, el Papa Francisco nos recuerda que nunca estamos solos porque Dios se comunica con nosotros, pero “no nos deslumbra con visiones impactantes, sino que se dirige a nuestra interioridad delicadamente, acercándose íntimamente a nosotros y hablándonos por medio de nuestros pensamientos y sentimientos”. Animo a todos los fieles a sintonizar su “oído interno” para oír las palabras de Dios dirigidas únicamente a ustedes y a responderle con un “sí” cada día. Como dice nuestro Santo Padre, “cada da frutos, porque se adhiere a un plan más grande, del que sólo vislumbramos detalles, pero que el Artista divino conoce y lleva adelante, para hacer de cada vida una obra maestra. En ese sentido, San José representa un icono ejemplar de la acogida de los proyectos de Dios”.

Pidamos la intercesión de San José, protector de las vocaciones, al rezar especialmente por los sacerdotes y los religiosos consagrados al servicio de la Iglesia, con el fin de que todos continúen dando de sí mismos para atender los llamados de Dios, ahora y siempre.