Bishop Burbidge's Updated Coronavirus Response - March 16, 2020

Bishop Burbidge's Updated Coronavirus Response - March 16, 2020

 

Brothers and Sisters in Christ,

Please know I am aware of how the spread and growing concerns of the coronavirus are impacting all of you. Many are teleworking, schools are canceled, travel is restricted, and we have taken extraordinary precautions in order to reduce the spread of the coronavirus within our parishes, schools, ministries and charities. 

During this time, I have been praying for each of you every day. I ask that you also keep in prayer those most impacted by the coronavirus: first and foremost, those who have died and their families, those diagnosed with the virus, those with loved ones suffering from the virus, and those who are enduring tremendous financial hardship as a result of the changes within our society. I also want to extend my appreciation and pastoral support to caregivers and those in the medical profession working to stop the spread of the coronavirus. 

As a many of you are aware, we have been communicating with the faithful and the public almost every day about updates and the latest news related to our response to the coronavirus. We have posted statements on our website, and used social media, podcasts, emails, and other tools to bring you the latest information we have. 

The White House Coronavirus Task Force recommends limiting gatherings to 10 people or less. This recommendation is consistent with CDC guidelines for events that serve “high risk” populations. That would certainly include public Masses. 

Therefore, it is with great sadness that I announce that starting March 17, I am suspending the public celebration of all Masses in the Diocese of Arlington until further notice.

Suspending Masses may safeguard our physical health, but I understand that our spiritual health must also be maintained to the best of our ability. For that reason I have asked our pastors to keep our churches open to the public, so that those who choose to pray, are welcome to do so in the presence of our Eucharistic Lord, while keeping a safe distance from one another and not exceeding the 1o-person limit.

I encourage you to go to ArlingtonDiocese.org for the latest changes and updates related to our parishes, schools, ministries and charities. If you sign-up for our e-newsletter, you can get those updates sent to you directly. For updates unique to your parish, please visit your parish's website. 

As some of you know, the Diocese co-sponsors a televised Sunday Mass with the Archdiocese of Washington. It takes place at the Basilica Shrine of the Immaculate Conception in Washington, and is available at 10:30am on Sundays on two local TV stations as well as online. Go to ArlingtonDiocese.org/TVMass for more information or to view the Mass.

While this is clearly a confusing moment, we must remember Our Lord tells us: “Be not afraid!” We must remain rooted in, and unified by, prayer! We published a “Prayer to Jesus for Healing and Guidance” that is available on the diocesan website. I ask each of you to pray that prayer with your family each day during this situation. And know that your priests will do everything they can to provide for your spiritual needs. 

Also consider how you can use your time. Many people at home have more free time than before; ensure you use this time productively. Find ways to spend time alone in prayer and silence with the Lord. Pray with your children. Teach them more about the Faith. Spend quality time as a family. Get some exercise. It is important that we not simply sit and worry. We must be active in keeping our bodies and our souls healthy until the coronavirus passes. And it will pass. 

In the midst of this pandemic, God is with us! Draw near to him, the one who promises to deliver and to protect his people.

May our Lord Jesus bless you with his healing love, and keep you steadfast in faith and joyful in hope, now and always. 

Sincerely in Christ,

Bishop Michael F. Burbidge

Coronavirus/ COVID-19 Resources:

Hermanos y hermanas en Cristo:

Quiero que sepan que estoy consciente de la forma en que los afectan a todos ustedes la propagación del coronavirus y las crecientes preocupaciones al respecto. Muchos trabajan a distancia, las escuelas están cerradas, los viajes se han restringido y hemos tomado precauciones extraordinarias para reducir la propagación del coronavirus dentro de nuestras parroquias, escuelas, ministerios y organizaciones de beneficencia.

Durante todo este tiempo, he rezado a diario por cada uno de ustedes. Les pido que también recen por las personas más afectadas por el  coronavirus: ante todo por las personas fallecidas y sus familias, por las que han recibido el diagnóstico de infección por el virus, por los seres queridos que sufren por esa causa y por quienes tienen que soportar tremendas dificultades económicas como resultado de los cambios ocurridos dentro de nuestra sociedad. También deseo hacer llegar mis agradecimientos y mi apoyo pastoral a los proveedores de cuidado y a los miembros de la profesión médica que trabajan para detener la propagación del coronavirus.

Como muchos de ustedes saben, nos hemos estado comunicando con los fieles y con el público casi a diario para darles actualizaciones y las últimas noticias relacionadas con nuestra respuesta al coronavirus. Hemos publicado declaraciones en nuestro sitio web y empleado las redes sociales, podcasts, correos electrónicos y otros medios para llevarles la información más reciente que tenemos.

El Grupo de Trabajo de la White House sobre Coronavirus recomienda limitar las reuniones a 10 personas o menos. Esta recomendación está de acuerdo con las guías de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para eventos donde se presta servicio a grupos de la población de “alto riesgo”. Por supuesto, eso incluiría las Misas públicas.

Por lo tanto, con profunda tristeza debo anunciar que, a partir del 17 de marzo, suspendo la celebración pública de todas las Misas en la Diócesis de Arlington hasta nuevo aviso.

La suspensión de las Misas puede proteger nuestra salud física, pero entiendo que nuestra salud espiritual también debe mantenerse al máximo de nuestra capacidad. Por esa razón, les he pedido a nuestros párrocos que mantengan nuestras iglesias abiertas al público, con el fin de que las personas que deseen rezar, puedan hacerlo en la presencia del Santísimo Sacramento, siempre y cuando mantengan una distancia segura las unas de las otras y no estén presentes más de 10 personas.

Los insto a ir a ArlingtonDiocese.org, donde podrán ver los últimos cambios y actualizaciones en relación con nuestras parroquias, escuelas, ministerios y organizaciones de beneficencia. Si se suscriben a nuestro boletín electrónico, pueden pedir que se les envíen esas actualizaciones directamente a ustedes. Para actualizaciones relacionadas solamente con su parroquia, sírvanse visitar el sitio web de esa parroquia.

Como algunos de ustedes saben, la Diócesis, junto con la Arquidiócesis de Washington, patrocina una Misa Dominical televisada. Se celebra en la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington y se transmite los domingos a las 10.30 am por dos estaciones de televisión locales y en línea. Para más información o para ver la Misa vayan a  ArlingtonDiocese.org/TVMass.

Aunque obviamente este es un momento confuso, debemos recordar que Nuestro Señor nos dice: “No teman”. Debemos mantenerse arraigados en la oración y unificados por ella. Publicamos una “Oración a Jesús para pedir sanación y guía”, que pueden ver en el sitio web de la Diócesis. Le pido a cada uno de ustedes que hagan esa oración con su familia todos los días durante esta situación. Sepan que sus sacerdotes harán todo lo posible por atender sus necesidades espirituales.

También piensen en la forma en que pueden utilizar su tiempo. Mucha gente que está en casa tendrá más tiempo libre que antes; úsenlo de manera productiva. Busquen la forma de pasar tiempo solos en oración y en silencio con el Señor. Recen con sus hijos. Enséñenles más sobre la fe. Pasen tiempo de buena calidad como familia. Hagan ejercicio. Es importante que no nos quedemos sentados y preocupados. Debemos estar activos para poder mantener nuestro cuerpo y alma sanos hasta que pase el coronavirus. Pasará.

En medio de esta pandemia, Dios está con nosotros. Acérquense a Él, al que promete liberar y proteger a su pueblo.

Que Nuestro Señor Jesucristo los bendiga con su amor sanador y los mantenga firmes en la fe y alegres en la esperanza.

Coronavirus/ COVID-19 Resources: