Statement from Bishop Michael F. Burbidge
on World Refugee Day 2020

This week we remember in a special way refugees from around the world, particularly on June 20, a date designated as World Refugee Day by the United Nations. This observance is an opportunity for all of us to pray, support and welcome men, women and children who have been forced to flee their homelands because of war, persecution, environmental catastrophes or violations of their human rights. 

Let us also be particularly mindful of those newcomers who have recently arrived in our diocese searching for safety. May we always seek to serve them compassionately through our parish ministries and through Catholic Charities programs aimed at treating their mental, physical, educational and economic needs. 

Refugees demonstrate courage, resilience and perseverance in their turbulent journeys. May we always remember that God calls us throughout Scripture to welcome the stranger who has come to us for aid. May he bless them and grant them his safety and protection now and always. 

 

 

Declaración de Monseñor Michael F. Burbidge
con motivo del Día Mundial de los Refugiados de 2020

Esta semana recordamos de manera especial a los refugiados de todo el mundo, particularmente el 20 de junio, fecha designada por las Naciones Unidas como el Día Mundial de los Refugiados. Esta observancia es una oportunidad que tenemos todos de rezar, apoyar y acoger a los hombres, mujeres y niños que se han visto forzados a huir de su tierra natal por causa de la guerra, la persecución, las catástrofes ambientales o las violaciones de sus derechos humanos. 

Recordemos también particularmente a los recién llegados a nuestra Diócesis en busca de seguridad. Que aspiremos siempre a servirles con compasión por medio de nuestros ministerios parroquiales y de los programas de Caridades Católicas destinados a atender sus necesidades mentales, físicas, educativas y económicas.

Los refugiados demuestran valor, resiliencia y perseverancia en su turbulento recorrido. Que recordemos siempre el llamado que nos hace Dios por medio de la Sagrada Escritura a acoger a los extranjeros que acuden a nosotros en busca de ayuda. Que Él los bendiga y les conceda seguridad y protección ahora y siempre.