¿Que es un Encuentro?

Un Encuentro es la nueva serie de recursos diseñados para familias o pequeñas comunidades para aprender sanamente sobre la fe afuera de un salón de clases tradicional. Todos estos pueden tomar a cabo durante la pandemia en este tiempo que la juventud está cansada de aprender virtualmente. ¡Algunas de estas requieren de un corto viaje a un sitio católico, mientras otros pueden ser simplemente en su propia cocina! Padres tienen el impacto más grande en la vida de fe de sus hijos. ¿Porque no tomar unos minutos para revisar los diferentes Encuentros que hemos creado y después planifique cual usted y su familia van a hacer juntos este fin de semana?

¿Porque decidimos llamarlos Encuentros?

Un Encuentro es más que un encuentro casual. Implica un ida y vuelta entre dos personas o dos partes. Además, algunas o ambas personas pueden cambiar a partir del encuentro. Por ejemplo, consideré esta declaración: “Me encontré con Sandra en el parque. Nos sentamos en el banco y tuvimos una conversación profunda sobre su madre moribunda.” Esto es muy diferente a: “Me reuní con Sandra en el parque. Ella me mostró su nuevo perrito.” Un encuentro implica un momento o experiencia mucho más impactante.

De la misma manera, Dios quiere encontrarlo. No solo quiere conocerle. Quiere entrar en su vida. Para llegar a conocerlo, sus gustos y disgustos. Él está tan interesado en este encuentro, que eligió convertirse en uno de nosotros para mostrarnos el camino hacia Él. Así es, Dios el Hijo se hizo hombre (Jesús) para mostrarnos el camino al Padre, todo en el poder del Espíritu Santo.

Esto es lo que llamamos la Encarnación: Dios convirtiéndose en hombre. La Encarnación del Hijo se puede comparar con un encuentro. Dios encontrándose con su pueblo, cambiándolos, afectándolos, poniéndose en medio de ellos. Este es el amor de Dios que “Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores” (Romanos 5: 8) y en otro lugar - “El, (Jesús) que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz” (Filipenses 2:6-8). Dios elige encontrarnos y hacernos nuevos, ¡en gracia y en verdad!

La OYCYAM ha diseñado estos encuentros no como simples excursiones, visitas turísticas locales, o proyectos inteligentes, sino como invitaciones a tener un encuentro. ¡Encontrar a Dios, Su Iglesia, y Su pueblo! ¡O más bien, ¡dejar que Dios le encuentre! Es nuestro deseo que crezca en este Encuentro, que crezca en su relación con Cristo y con los demás.

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