2019 Lenten Message from Bishop Burbidge

Video Transcript (English print version):

Thank you for your faithful witness as we begin this sacred season of Lent. We do so by responding to the call of the prophet Joel in our first reading today.

Return to the Lord your God with all your heart. St. Augustine tells us that the Lord desires to fill us with all that is good, so that we necessarily have to cast out all that is bad. That requires self-examination, honesty, and transparency, so that we're able to identify and to name those things in our lives not of God and entrust them to the Lord so that we may experience His healing, His forgiveness, all that is good, and that we are then able to begin anew.

Dear friends, return to the Lord your God in prayer. Pay special attention to the morning and the evening. Do you begin and end your day with the Lord in prayer? Return to the Lord your God through fasting. Whenever we give up anything in our lives that we do not need, we create space for God to enter. I'm sure that we will all benefit from fasting a bit from social media and technology that can often consume us, and sometimes not in the healthiest of ways.

Return to the Lord your God through almsgiving. I'm always inspired when I look at our parish bulletins to see all the ministries dedicated to helping the poor and those in most need. Perhaps this Lent, those ministries will be benefited by your support and by your participation. Also pay special attention to those in your midst each day: parents, children, your spouse, and friends, those who need your time and your attention, and maybe even your forgiveness.

No wonder the Lord Jesus tells us today not to be gloomy. This is a sacred season, this is a joyful season in which we are invited to return to the Lord our God with all our heart. May He sustain you in his love and mercy throughout this sacred season and always. Amen.

Video Transcript (Spanish print version):

Muchas gracias por su fiel testimonio al comenzar esta santa temporada de Cuaresma. Damos testimonio al responder al llamado del profeta Joel en nuestra primera lectura de hoy.

Vuelvan al Señor, su Dios, de todo corazón. San Agustín nos dice que el Señor desea llenarnos de todo lo bueno, de modo que necesariamente tenemos que desechar todo lo malo. Eso requiere un autoexamen, sinceridad y transparencia para poder identificar y nombrar las cosas de nuestra vida que no son de Dios y confiárselas al Señor para poder experimentar su sanación, su perdón y todo lo que es bueno, y poder comenzar de nuevo.

Queridos amigos, vuelvan al Señor, su Dios, por medio de la oración. Presten particular atención a la mañana y a la noche. ¿Comienzan y terminan su día con el Señor en oración?  Vuelvan al Señor, su Dios, por medio del ayuno. Cuando desistimos de algo realmente innecesario en nuestra vida, creamos espacio para que entre Dios. Estoy seguro de que todos nos beneficiaremos de ayunar un poco en lo que se refiere al uso de las redes sociales y la tecnología que a menudo nos consumen y a veces no de la manera más sana.

Vuelvan al Señor, su Dios, por medio de la limosna. Siempre me siento inspirado cuando veo en los boletines parroquiales todos los ministerios dedicados a ayudar a los pobres y a los más necesitados. Tal vez en esta Cuaresma esos ministerios podrán beneficiarse de su apoyo y su participación.  Además, presten particular atención a quienes están en su propio medio cada día: sus padres, hijos y amigos, su cónyuge y las personas que necesitan su tiempo, su atención y tal vez hasta su perdón.

No es sorprendente que Nuestro Señor Jesucristo nos diga hoy que no “pongamos cara triste”. Esta es una temporada santa y alegre en la cual se nos invita a volver al Señor, Nuestro Dios, con todo nuestro corazón. Que Él los sostenga con su amor y misericordia durante esta santa temporada y siempre. Amén.