Statement from Bishop Michael F. Burbidge for the Fourth of July

( en español )

The Fourth of July celebration represents the birth of our nation and is a day to reflect on our freedom. Our forefathers established a country founded on core principles, including the freedom to practice our faith. This right is vital to our daily lives and must never be taken for granted.

Since 1776, our nation has been through many challenging times but has remained steadfast in its goal to attain a “more perfect union” as one nation under God. To that end, we, as people of faith, have a duty to pray and sacrifice for the dignity of every person and the common good, and to be instruments of peace. It is for this cause that we gather around fireworks and good food, as family and friends, to commemorate and to celebrate our nation's founding.

May God bless all the faithful in our diocese and those in our communities. And, through the intercession of our country's patroness, Mary of the Immaculate Conception, may God bless the United States of America, today and always.


Declaración de Mons. Michael F. Burbidge con motivo del 4 de Julio

La celebración del Cuatro de Julio representa el nacimiento de nuestra nación y es un día para reflexionar sobre nuestra libertad. Nuestros antepasados establecieron un país basado en principios fundamentales, incluida la libertad de practicar nuestra fe. Este derecho es vital para nuestra vida cotidiana y nunca debe darse por sentado.

Desde 1776, nuestra nación ha pasado por muchos momentos difíciles, pero se ha mantenido firme en su objetivo de lograr una "unión más perfecta" como una nación bajo Dios. Para ello, nosotros, como personas de fe, tenemos el deber de rezar y sacrificarnos por la dignidad de cada persona y el bien común, y de ser instrumentos de paz. Por esta causa nos reunimos en torno a fuegos artificiales y buena comida, en familia y entre amigos, para conmemorar y celebrar la fundación de nuestra nación.

Que Dios bendiga a todos los fieles de nuestra diócesis y a los de nuestras comunidades. Y, por intercesión de la santa patrona de nuestro país, Santa María de la Inmaculada Concepción, que Dios bendiga a los Estados Unidos de América, hoy y siempre.