Statement from Bishop Michael F. Burbidge on Respect Life Month

( en español )

For more than half a century, the Catholic Church in the United States has paused at the start of October to celebrate Respect Life Month. During this month, we give special thanks to God for the gift of every human life, made in his image and likeness. We also acknowledge the dignity of every human life from conception until natural death.  

This year's Respect Life Month theme calls Catholics to embrace “radical solidarity” with pregnant mothers and their children. We live out that solidarity as we walk with vulnerable mothers through Catholic Charities and parish-based ministries like Gabriel Project, both of which surround expectant families with the practical, material and spiritual resources they need to choose life. As Catholics, we are committed to never abandoning mothers in need. With the generous support of clergy, donors and volunteers, we offer spiritual, financial and emotional help to mothers and families across our region through these ministries.

We live out radical solidarity through Project Rachel, a program which invites those hurting from their participation in abortion to experience the healing mercy of Christ and embraces them with compassion. We also show radical solidarity through our adoption ministries, which support birth mothers who choose to place their children in adoptive homes and provide resources to couples who welcome these children into their families.  

Finally, we demonstrate radical solidarity when we advocate for policies and laws that enhance family life and protect the vulnerable, particularly the child in the womb.

Sadly, despite the Supreme Court's decision overturning Roe v. Wade, abortion remains legal during all nine months of pregnancy in the Commonwealth of Virginia. The government has many responsibilities, but the defense of life is its most fundamental. Defending life requires us to entrust the reins of government only to those who will protect the most vulnerable among us. This is an obligation we must take seriously and carry out prayerfully.

Next month, Virginia will be holding a critical election, as every seat in the General Assembly is on the ballot. I encourage the faithful and all people of goodwill to join in radical solidarity with the unborn, their mothers and other vulnerable persons by voting for candidates who defend life at every stage.

May Mary our Mother intercede for us as we strive to build a future for Virginia in which every life is cherished and protected in law.

For more information on the upcoming election, please see the pastoral letter issued recently by Bishop Burbidge and Bishop Knestout through the Virginia Catholic Conference.

 

Declaración del obispo Michael F. Burbidge sobre el Mes del Respeto a la Vida

Durante más de medio siglo, la Iglesia Católica de los Estados Unidos ha hecho una pausa a principios de octubre para celebrar el Mes del Respeto a la Vida. Durante este mes, damos gracias especiales a Dios por el don de cada vida humana, hecha a su imagen y semejanza. También reconocemos la dignidad de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. 

El tema del Mes del Respeto a la Vida de este año llama a los católicos a abrazar la "solidaridad radical" con las madres embarazadas y sus hijos. Vivimos esa solidaridad cuando acompañamos a las madres vulnerables a través de Caridades Católicas y de ministerios parroquiales como el Proyecto Gabriel, que rodean a las familias embarazadas de los recursos prácticos, materiales y espirituales que necesitan para elegir la vida. Como católicos, nos comprometemos a no abandonar nunca a las madres necesitadas. Con el generoso apoyo del clero, los donantes y los voluntarios, ofrecemos ayuda espiritual, económica y emocional a madres y familias de toda nuestra región a través de estos ministerios.

Vivimos la solidaridad radical a través del Proyecto Raquel, un programa que invita a las personas heridas por su participación en el aborto a experimentar la misericordia sanadora de Cristo y las abraza con compasión. También mostramos solidaridad radical a través de nuestros ministerios de adopción, que apoyan a las madres biológicas que deciden colocar a sus hijos en hogares adoptivos y proporcionan recursos a las parejas que acogen a estos niños en sus familias. 

Por último, demostramos solidaridad radical cuando abogamos por políticas y leyes que mejoren la vida familiar y protejan a los vulnerables, en particular al niño en el vientre materno.

Lamentablemente, a pesar de la decisión del Tribunal Supremo que anuló el caso Roe contra Wade, el aborto sigue siendo legal durante los nueve meses de embarazo en el Estado de Virginia. El gobierno tiene muchas responsabilidades, pero la defensa de la vida es la más fundamental. Defender la vida exige que confiemos las riendas del gobierno sólo a quienes protegerán a los más vulnerables de entre nosotros. Se trata de una obligación que debemos tomarnos en serio y cumplir en oración.

El mes que viene, Virginia celebrará unas elecciones críticas, ya que todos los escaños de la Asamblea General están en la papeleta. Animo a los fieles y a todas las personas de buena voluntad a que se unan en solidaridad radical con los no nacidos, sus madres y otras personas vulnerables votando por candidatos que defiendan la vida en todas sus etapas.

Que María, nuestra Madre, interceda por nosotros mientras nos esforzamos por construir un futuro para Virginia en el que cada vida sea apreciada y protegida por la ley.

Para más información sobre las próximas elecciones, consulte la carta pastoral publicada recientemente por el obispo Burbidge y el obispo Knestout a través de la Conferencia Católica de Virginia.