A Statement from Most Reverend Michael F. Burbidge, Bishop of Arlington,
on Child Abuse Prevention Month

( en español )

April 2021

During National Child Abuse Prevention Month, we draw special attention to the extraordinary responsibility we have to protect children entrusted to our care.

We know this past year has been particularly difficult for many families, and, sadly, with the increase in pressures and heightened anxiety many are experiencing, children have been subjected to unprecedented levels of abuse and neglect. It is also well-known that in the past, Church officials have failed in their duty to protect children from abuse committed by clergy. This abhorrent reality has inspired the Church to make drastic changes in the way it operates to ensure young people are guarded appropriately. Likewise, all people of good will must work together to ensure each and every child is valued and protected.

The Diocese of Arlington continues to work diligently to protect children from abuse in any form and in all circumstances and maintains a zero-tolerance policy for anyone credibly accused of sexual abuse of a minor. We remain fully committed to training our clergy, staff and volunteers to identify and report any suspected instances of abuse. Our Office of Child Protection and Victim Assistance works with parish staff to ensure training and prevention are followed throughout our parishes and schools.

I am filled with gratitude for the exceptional staff and volunteers in our diocese, parishes and schools for their dedication and commitment to protect children from any instances of abuse.

During this month, we must recognize that the devastating impact of child abuse is lifelong, and therefore we should connect with victims and learn more about what they need to find healing and peace. This process begins by listening compassionately to their stories. We must walk with them and be willing to accompany them on their journey of healing. And it must be done on their time. Committed and united, we can reduce child abuse and help victims find healing in Christ.

We ask that Our Lord protect each child entrusted to our care, that he brings peace to families experiencing hardship, and that he grants us a renewed sense of awe for the wonderful gift of each child.

The Diocese encourages anyone aware of misconduct or abuse by any person affiliated with the Diocese to report it to local law enforcement and contact the Diocesan Victim Assistance Coordinator at (703) 841-2530.

 

Declaración de Monseñor Michael F. Burbidge, Obispo de la Diócesis de Arlington, sobre el Mes de Prevención del Abuso de Menores

Abril de 2021

Durante el Mes Nacional de Prevención del Abuso de Menores hacemos un llamado a prestar especial atención a la extraordinaria responsabilidad que tenemos de proteger a los niños confiados a nuestro cuidado.

Sabemos que este año pasado ha sido particularmente difícil para muchas familias y, tristemente, con el aumento de las presiones y el mayor grado de ansiedad que experimentan muchas personas, los niños han sido sujetos a niveles de abuso y abandono sin precedentes. También es un hecho bien conocido que, en el pasado, las autoridades eclesiásticas han incumplido su deber de proteger a los niños contra el abuso cometido por el clero. Esta abominable realidad ha inspirado a la Iglesia a hacer cambios drásticos en su modo de funcionamiento para asegurarse de que los jóvenes tengan la debida protección. De igual manera, todas las personas de buena voluntad deben trabajar juntas para velar por que cada día se valore y se proteja a todos y a cada uno de los niños.

La Diócesis de Arlington sigue trabajando diligentemente para proteger a los niños contra toda forma de abuso en cualquier circunstancia y mantiene una política de tolerancia cero aplicable a cualquier persona que tenga una acusación fidedigna de abuso sexual de un menor. Nos mantenemos plenamente comprometidos a adiestrar a nuestros miembros del clero y del cuadro de personal y de voluntarios para identificar y denunciar cualquier presunto caso de abuso. Nuestra Oficina de Protección de Menores y Asistencia a las Víctimas trabaja con el personal de las parroquias para asegurarse de que se sigan las disposiciones sobre capacitación y prevención en todas las parroquias y escuelas.

Me embarga un sentimiento de gratitud hacia el excepcional cuadro de personal y de voluntarios de nuestra Diócesis y nuestras parroquias y escuelas por su dedicación y compromiso de proteger a los niños contra todo caso de abuso.

Durante este mes, debemos reconocer que el devastador impacto del abuso infantil perdura durante toda la vida y, por lo tanto, debemos conectarnos con las víctimas y enterarnos de lo que necesitan para encontrar sanación y paz.  Este proceso comienza al escuchar su historia con compasión. Debemos hablar con ellas y estar dispuestos a acompañarlas en su peregrinaje de sanación. Esto debe hacerse cuando sea conveniente para ellas. Comprometidos y unidos podemos reducir el abuso infantil y ayudar a las víctimas a encontrar sanación en Cristo.

Pedimos que Nuestro Señor proteja a cada niño confiado a nuestro cuidado y que Él traiga paz a las familias que sufren dificultades y nos conceda un renovado sentido de respeto por el maravilloso don de cada niño.

La Diócesis anima a todas las personas que se enteren de un acto de conducta indebida o de abuso cometido por cualquier persona afiliada a la Diócesis a denunciarlo a las autoridades locales de aplicación de la ley y a comunicarse con el Coordinador Diocesano de Asistencia a las Víctimas llamando al teléfono (703) 841-2530.