Statement by Bishop Michael F. Burbidge
on National Marriage Week  February 7 - 14, 2021

( en español )

This year from February 7 through February 14, we celebrate National Marriage Week. Each year, the Church pauses for a week to support and encourage holy marriages in the United States and throughout the world. Your marriage is a gift to our culture, a sign of God's unwavering love for his people, and a light for the next generation.

I extend my sincerest gratitude to so many married couples in the diocese of Arlington who choose daily to live out God's plan for married love through the total gift of self and an openness to life.  Your witness is a sign of joyful hope for our diocese, and in a particular way for young adults who long to enter into a marriage-as Jesus taught-that is fruitful, faithful and lasting.  

There are many challenges in today's world, and some have lost hope that lifelong marriage is even a realistic expectation. We need to do everything within our strength to remind others of the fundamental beauty and importance of marriage. Couples loving and serving each other in total, permanent devotion is a powerful witness and form of evangelization that shows others that lifelong marriage is possible, fulfilling and the surest path to Heaven for anyone called to this vocation.

During this National Marriage Week, allow me to encourage married and engaged couples to place yourselves under the heavenly protection of Mary and Joseph who experienced firsthand the anxieties and joys of family life. I respectfully ask you to consider praying at least one rosary together during this week for peace and healing in families. By sitting and praying a Rosary together in spiritual unity, you will connect your joys and sorrows, your marital gifts and challenges, to her most immaculate heart.

May Our Lord continue to bless those called to, and living, the Sacrament of Matrimony and may the love you share grow stronger with the passing of each new day.



Mensaje de Monseñor Michael F. Burbidge 
transmitido por video con motivo de la Semana Nacional del Matrimonio 
7-14 de febrero de 2021

Este año, del 7 al 14 de febrero, celebramos la Semana Nacional del Matrimonio. Cada año, la Iglesia hace una pausa por una semana para apoyar y fomentar el matrimonio santo en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Su matrimonio es un don para nuestra cultura, una señal del amor inquebrantable de Dios por su pueblo y una luz para la próxima generación.

Envío mi más sincera expresión de gratitud a tantas parejas casadas en la Diócesis de Arlington, que optan por vivir a diario el plan de Dios para el amor conyugal por medio de la entrega total de sí mismas y de una apertura hacia la vida. Su testimonio es una señal de alegre esperanza para nuestra Diócesis y particularmente para los adultos jóvenes que anhelan ingresar a un matrimonio fructífero, fiel y duradero, de acuerdo con las enseñanzas de Jesús.  

En el mundo de hoy existen muchos desafíos y algunas personas han perdido la esperanza de que el matrimonio para toda la vida sea siquiera una expectativa real. Necesitamos hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para recordarles a otras personas la belleza fundamental y la importancia del matrimonio.  Las parejas que se aman y se ayudan mutuamente con una devoción total y permanente son un poderoso testimonio y una forma de evangelización que les muestra a los demás que es posible tener un matrimonio gratificante para toda la vida y que ese es el camino más seguro al Cielo para cualquier persona llamada a esta vocación.

Durante esta Semana Nacional del Matrimonio, permítanme animar a las parejas casadas y comprometidas a ponerse bajo la protección celestial de María y José, quienes experimentaron directamente las angustias y alegrías de la vida familiar. Con todo respeto, les pido que, durante esta semana, consideren la posibilidad de rezar juntos al menos un Rosario por la paz y la sanación en las familias. Al sentarse a rezar juntos el Rosario en unidad espiritual, conectarán sus penas, alegrías, dones conyugales y dificultades con el Inmaculado Corazón de María. 

Que Nuestro Señor siga bendiciendo a todos los llamados a ingresar y a vivir en el Sacramento del Matrimonio y que el amor que ustedes comparten se fortalezca con el transcurso de cada nuevo día.