Statement by Bishop Michael F. Burbidge on Religious Freedom Week

( en español )

Religious Freedom Week affords us the opportunity to pray and reflect on the value of the right of religious freedom in our lives and to promote it in society. For us in the Diocese of Arlington, the timing is particularly meaningful as this week marks the feast day of Saint Thomas More, the patron of our diocese, on June 22. Saint Thomas More, along with Saint John Fisher, sacrificed his life because he refused to deny the truth of our Catholic faith.

An erosion to religious liberty can often begin when anti-religious sentiments grow in society. When we experience an increased hostility towards the practice of faith, it can raise concerns that the peaceful practice of our religion might be endangered. For example, in the past year in our diocese alone, three churches have been subjected to anti-Catholic vandalism-including one case of attempted arson. National news networks have reported similar occurrences throughout our country. Sadly, we have also seen that believers worldwide have suffered death merely for living their faith.

In a democratic society, these antagonistic sentiments, along with apathy towards them, can quickly lead to legislative and regulatory hindrances to worshiping, living out our faith in public, and serving the common good. Recent examples of this include government mandates that require most employers' health plans to cover contraception, sterilization, and some abortion-causing drugs; and attempts to require healthcare workers to participate in abortions or gender-changing surgeries.

We call on our elected officials to stand up for religious freedom and to speak out. I ask the faithful and people of goodwill to join me and other bishops as we pray, reflect, and act to promote these sacred principles.

Religious freedom is a right and a precious gift to be treasured and protected by all, and it is my hope that we all celebrate it accordingly during Religious Freedom Week, and always.


Declaración de Mons. Michael F. Burbidge sobre la Semana de la Libertad Religiosa

Del 22 de junio al 29 de junio de 2023

La Semana de la Libertad Religiosa nos brinda la oportunidad de orar y reflexionar sobre el valor del derecho a la libertad religiosa en nuestras vidas y de promoverlo en la sociedad. Para nosotros en la Diócesis de Arlington, el momento es particularmente significativo ya que esta semana se celebra la fiesta de Santo Tomás Moro, el santo patrono de nuestra diócesis, el 22 de junio. Santo Tomás Moro, junto con San Juan Fisher, sacrificó su vida porque se negó a rechazar la verdad de nuestra fe católica.

La erosión de la libertad religiosa puede comenzar a menudo cuando crecen los sentimientos antirreligiosos en la sociedad. Cuando experimentamos un aumento de la hostilidad hacia la práctica de la fe, puede surgir la preocupación de que la práctica pacífica de nuestra religión pueda estar en peligro. Por ejemplo, el año pasado, sólo en nuestra diócesis, tres iglesias fueron objeto de actos de vandalismo anticatólico, incluido un intento de incendio. Las cadenas de noticias nacionales han informado de sucesos similares en todo el país. Lamentablemente, también hemos visto que creyentes de todo el mundo han sufrido la muerte por el mero hecho de vivir su fe.

En una sociedad democrática, estos sentimientos antagónicos, junto con la apatía hacia ellos, pueden conducir rápidamente a obstáculos legislativos y reglamentarios al culto, a vivir nuestra fe en público y a servir al bien común. Ejemplos recientes de ello son los mandatos gubernamentales que exigen que la mayoría de los planes de salud de las empresas cubran los anticonceptivos, la esterilización y algunos fármacos abortivos, y los intentos de obligar al personal sanitario a participar en abortos o en cirugías de cambio de sexo.

Pedimos a nuestros representantes electos que defiendan la libertad religiosa y se manifiesten. Pido a los fieles y a las personas de buena voluntad que se unan a mí y a otros obispos mientras rezamos, reflexionamos y actuamos para promover estos principios sagrados.

La libertad religiosa es un derecho y un don precioso que todos debemos atesorar y proteger, y espero que todos la celebremos en consecuencia durante la Semana de la Libertad Religiosa, y siempre.