Letter from Bishop Michael F. Burbidge to the parishioners of Saint John Neumann Catholic Church following recent vandalism and arson

( en español )

 

Dear Brothers and Sisters in Christ of Saint John Neumann Catholic Church,

I was deeply saddened and concerned when I learned of the shocking vandalism and arson that occurred on your parish campus last weekend. As you know, police are still investigating these acts of hatred in order to determine who was responsible. We know from the painted messages that the vandalism was a direct result of our unwavering support for unborn children and their mothers. Regrettably, we are not alone as, throughout the country, other Catholic churches and prolife centers have been vandalized in the months and weeks surrounding the recent Supreme Court's decision. In fact, since May of 2020, more than 145 similar acts have occurred to Catholic parishes, schools and ministries throughout the country. We pray for the repentance and conversion of those who committed these and similar offenses.

We believe in the sanctity of every human life. This is fundamental to who we are as Catholics and what we believe. As we celebrate the Fourth of July, we thank God and all those who made the ultimate sacrifice to secure our independence, and we renew our commitment to safeguard and protect religious freedom.

During a time such as this, as Catholics, we continue to proclaim the truths of the Gospel and to provide care and support for those who need them the most: the unborn, mothers, including women in crisis pregnancies, their families, and all vulnerable people. In addition, we must encourage our public officials to ensure protection of religious groups, as well as to protect every human life, from conception until natural death.

In imitation of Jesus and with his grace, we are called to remain compassionate, loving, and forgiving to all people and to strive daily to promote civility and unity.

Brothers and sisters, with renewed faith, may we respond to the words of Our Lord who says: “Take courage! It is I! Do not be afraid!” (MT 14:27).

Please be assured of my prayers for you and your entire parish community. Through the intercession of Mary our Mother and Saint John Neumann, may God bless you and watch over you today and always!

Sincerely in Christ,

Bishop Michael F. Burbidge

 


Carta de Monseñor Bishop Michael F. Burbidge a los feligreses de la Iglesia Católica de San John Neumann después de los recientes actos de vandalismo e incendio intencional

Queridos hermanos y hermanas en Cristo de la Iglesia Católica de San John Neumann:

Con profunda tristeza y preocupación, me enteré de los chocantes actos de vandalismo e incendio intencional ocurridos en el campus de su Parroquia el pasado fin de semana. Como ustedes saben, la policía todavía está investigando estos actos de odio con el fin de determinar quién fue el responsable. Por los mensajes dejados en pinturas sabemos que el vandalismo fue el resultado directo de nuestro inquebrantable apoyo a los niños por nacer y a sus madres. Lamentablemente, no estamos solos. En todo el país, otras Iglesias católicas y centros defensores de la vida han sido víctimas de vandalismo en los meses y semanas cercanos a la reciente decisión tomada por la Corte Suprema. De hecho, desde mayo de 2020, han ocurrido más de 145 actos similares en parroquias, escuelas y ministerios católicos de todo el país. Rezamos por el arrepentimiento y la conversión de quienes cometieron estas ofensas y otras similares.

Creemos en la santidad de cada vida humana. Esto es fundamental para nosotros los católicos y para nuestras creencias. Al celebrar el Cuatro de Julio, le damos gracias a Dios y a quienes hicieron el máximo sacrificio por asegurar nuestra independencia y renovamos nuestro compromiso de salvaguardar y proteger la libertad religiosa.

En un momento como este, como católicos, seguimos proclamando las verdades del Evangelio, cuidando y apoyando a quienes más lo necesitan: los niños por nacer, las madres, incluso las mujeres con embarazos en crisis, sus familias y todas las personas vulnerables. Además, debemos instar encarecidamente a nuestros funcionarios públicos a asegurar la protección de los grupos religiosos y a proteger cada vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.

En imitación de Jesús y con su gracia, somos llamados a ser compasivos y amorosos, a perdonar a todas las personas y a esforzarnos a diario por promover la civilidad y la unidad.

Hermanos y hermanas, que con fe renovada respondamos a las palabras de Nuestro Señor cuando nos dice: “Tengan ánimo. Soy yo. No teman”. (MT 14:27).

Tengan la seguridad de que ustedes y toda su comunidad parroquial estarán en mis oraciones. Que Dios los bendiga y los cuide hoy y siempre, por intercesión de María, Nuestra Madre, y de San John Neumann.

Fielmente en Cristo,

Monseñor Michael F. Burbidge
Obispo de la Diócesis de Arlington